Hoy en día hay muchos factores que afectan de manera negativa al aspecto
y la salud de la piel: la mala alimentación, la contaminación, la exposición
excesiva al sol, la deshidratación, los productos cosméticos convencionales…
En este artículo te explicamos cómo puedes combatir el
envejecimiento, la flacidez y los problemas de piel con estos excelentes
tónicos faciales, caseros y libres de químicos, elaborado con productos tan
naturales como la zanahoria, el pepino, el limón o el vinagre.
¿Por qué debemos usar tónico?
Con el paso de los años debemos tomar conciencia de los cuidados
necesarios y específicos para nuestra piel si queremos evitar que
parezca desvitalizada, flácida y con arrugas e imperfecciones.
Aunque muchas personas se hidratan el cutis cada día, muchas otras
olvidan que hay un paso previo fundamental: el tónico facial.
Debemos usar el tónico facial dos veces al día:
·
Al levantarnos, después de lavarnos la cara con agua fría y antes de
hidratarla.
·
Por la noche, antes de acostarnos. Primero nos desmaquillaremos y, a
continuación, aplicaremos el tónico. Si lo deseamos, podemos volvernos a
hidratar o nutrir la piel del rostro.
Es muy importante elegir un tónico natural, libre de
alcohol y otros ingredientes agresivos para la piel. Estos componentes
sintéticos alteran el pH natural, permiten la entrada de sustancias tóxicas a
través de los poros y, a largo plazo, causan un efecto rebote en el aspecto de
nuestro rostro.
Zanahoria
Si queremos exponernos al sol para conseguir una piel bronceada y a la
vez saludable podemos recurrir a este tónico de zanahoria, el cual nos
permitirá proteger la piel de los rayos solares a la vez que nos aporta betacaroteno,
unos nutrientes que nos proporcionan un tono de piel muy
favorecedor y homogéneo.
Lo más recomendable y práctico es aprovechar para realizar un
doble tratamiento, interno y externo.
Cada mañana en ayunas nos tomaremos un licuado de zanahoria y
aplicaremos un poco de este mismo jugo en nuestra piel.
Pepino y limón
Este tónico casero y 100% natural también es ideal para combinar como
tratamiento oral y tópico para potenciar sus efectos beneficiosos.
Lo prepararemos licuando un pepino mediano y medio limón. Si son
ecológicos evitaremos quitarles la peladura.
El pepino, que es muy rico en agua, es
muy refrescante y además limpia y desinflama la piel del rostro, lo cual
resulta muy útil cuando nos despertamos con la cara o los párpados hinchados.
El limón es el gran limpiador, ideal para pieles con acné, con puntos
negros o con manchas.
Vinagre de manzana
Este sencillo tónico es un secreto que han usado las mujeres durante las
últimas décadas.
Solo necesitamos conseguir un vinagre de manzana de primera calidad, ecológico y no pasteurizado, para que tenga todos
sus minerales y vitaminas. De este modo este tónico no solamente es económico,
sino que va a aportar muchos nutrientes a nuestro cutis.
El vinagre es un alimento ácido y la piel de nuestro rostro, que también
tiene un pH ácido (entre 4,2 y 5,6 aproximadamente), debe mantenerse en
esa acidez si queremos evitar que se reseque o parezca desvitalizada.
Elaboración
·
Mezclaremos una parte de vinagre de manzana por cuatro partes de agua
natural.
·
El olor a vinagre desaparecerá en pocos minutos.
Rosa
El agua de rosas es el líquido que se extrae del
destilado de los pétalos de esta flor. Su aroma es delicioso, romántico y muy
femenino y, además, aporta firmeza y vitalidad a la piel.
Sus propiedades astringentes también cierran los poros, eliminan el
exceso de grasa y reducen el enrojecimiento de los capilares dilatados. Este
tónico también equilibra, refresca y suaviza la piel.
El agua de rosas la podemos comprar en herbolarios o tiendas de
productos asiáticos.
Romero
Este tónico también es un antiguo remedio de belleza, ya que el romero es una planta
medicinal muy beneficiosa para mejorar la circulación y el aspecto de
la piel.
Lo podemos preparar de dos maneras diferentes:
·
Pondremos a macerar vinagre de manzana con romero fresco, que
posteriormente mezclaremos a partes iguales con agua natural.
·
Mezclaremos dos cucharaditas de agua natural (unos 10 ml) con 15 gotas
de aceite esencial de romero.
En este caso deberemos agitar siempre la mezcla antes de aplicárnosla, y
preferiblemente utilizaremos un espray.
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