El
kiwi es una fruta exótica muy popular que
hoy en día se comercializa en gran parte de los países del mundo.
Físicamente se
caracteriza por tener una forma ovalada con cáscara de color marrón y en su
interior está compuesto por una pulpa color verde vivo, en la que a su vez hay
unas pequeñas semillas de color negro.
Desde hace muchos años esta fruta se ha ganado un lugar muy especial entre las más
saludables y recomendadas, ya que está comprobado que
tiene el doble de contenido de vitamina
C en comparación con la
naranja, además de vitaminas del grupo B, E y minerales como el magnesio, el
cobre o el potasio.
Por sus increíbles propiedades,
su consumo regular en la dieta podría contribuir a prevenir y tratar diferentes
enfermedades.
Si aún no conoces por qué no debería faltar en tu plan de
alimentación, hoy te vamos a compartir 9 importantes razones para que lo
empieces a considerar.
Regula la salud intestinal
Los beneficios digestivos del
kiwi se le atribuyen a su aporte de fibra, soluble e insoluble, que lo hacen
ser ligeramente laxante.
La fibra favorece el movimiento
intestinal, ablanda las heces y facilita su
eliminación para evitar el estreñimiento.
Por otro lado, tiene la capacidad de regular la flora intestinal para disminuir las bacterias nocivas que se
acumulan en el intestino y ocasionan problemas de
salud.
Bueno para el sistema cardiovascular
Su alta concentración de antioxidantes, incluyendo la vitamina
C, disminuye la agregación plaquetaria
que puede provocar aterosclerosis, además de controlar
hasta en un 15% los niveles de triglicéridos elevados.
Además, por su aporte de
fibra podría ayudar a disminuir el colesterol alto para evitar el riesgo cardiovascular.
Fortalece el sistema inmunológico del cuerpo
Para que el organismo tenga una
buena respuesta inmunológica ante los virus, bacterias y otros microorganismos
que causan enfermedades, se requiere de un aporte nutricional significativo que
fortalezca este sistema.
El ácido fólico presente en el kiwi, sumado a su alto
contenido de vitamina C, estimula
la producción de glóbulos rojos y blancos, y la formación de anticuerpos que aumentan las defensas del
organismo.
Combate la anemia
La vitamina C es esencial para una adecuada absorción de hierro de los alimentos, y por esto se recomienda consumir kiwi
como apoyo para hacerle frente a la anemia.
Perder peso
Los frutos cítricos en general son un gran apoyo para aquellas
personas que están buscando adelgazar de forma saludable y sin pasar
sufrimientos.
El kiwi es de los más recomendados, ya que su
alto contenido de vitamina C, fibra y antioxidantes apoyan la dieta al depurar el cuerpo y
proporcionar sensación de saciedad por más tiempo.
Piel saludable
Los
antioxidantes tienen la responsabilidad de frenar el daño oxidativo causado por
los radicales libres, moléculas
que provocan envejecimiento prematuro.
Este fruto exótico nos aporta una cantidad significativa de
importantes antioxidantes y adicional a ello, su
concentración de vitamina C también ayuda en la producción de colágeno.
Embarazo y menopausia
El ácido fólico que contiene el kiwi se recomienda para controlar los cambios hormonales que se producen durante
el embarazo y la menopausia, los cuales podrían provocar riesgo
cardiovascular y de espina bífida.
Ideal para diabéticos
Por tratarse de una
fruta de bajo índice glicémico se puede incluir sin problemas en cualquier tipo
de dieta enfocada a la reducción de peso y control de la diabetes.
Es bajo en calorías y carbohidratos, pero rico en vitaminas, minerales, agua y antioxidantes que
estimulan el metabolismo.
Mejora la salud visual
Contiene luteína, un pigmento de la familia de los carotenoides,
que podría contribuir a mejorar la salud de los ojos para prevenir
enfermedades visuales y daños provocados por el estrés ambiental.
¿Cómo me puedo comer un kiwi?
Por
ser una fruta dulce, pulposa y de un sabor delicioso, el
kiwi se puede comer de diversas formas, incluyendo en su estado natural.
·
La forma más común de
comerlos es cortándolos por la mitad para cucharearlos.
·
Otra opción es pelarlos,
cortarlos en rodajas o trocitos para comerlos sin dificultad o para incluirlos
en ensaladas, tartas o postres, entre otras recetas.
·
Una de las maneras más
deliciosas y nutritivas de aprovecharlo es incorporándolo a batidos y zumos combinado con otras frutas y
verduras.
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