La
piel va cambiando a medida que pasan los años y, al llegar a determinadas
etapas de la vida, es normal que empiecen a aparecer las
populares líneas de
expresión o
arrugas que reflejan la edad.
En
la actualidad la industria cosmética y la medicina ha hecho importantes avances
en cuanto a técnicas y productos para prevenir y reducir los signos del envejecimiento,
pues la mayoría de personas buscan
conservarse jóvenes por más tiempo.
El gran problema que ocurre
ahora es que el estilo de vida moderno, sometido a la contaminación ambiental,
los rayos UV, el sedentarismo y otros factores, está acelerando este proceso de
la piel y del organismo, haciendo que la persona sufra todos sus signos a una
edad temprana.
Con
el fin de reducir el impacto de los radicales libres y otros agentes que actúan
de forma negativa sobre la piel, los expertos en belleza están recomendando
darle ciertos cuidados todos los días para
proporcionarle los nutrientes que necesita para regenerarse y
mantener joven.
Dichos cuidados se complementan
con el uso de productos antiarrugas o antienvejecimiento, en los cuales se
concentran aquellos activos que tienen la capacidad de reparar la piel; sin
embargo, los productos comerciales suelen ser muy costosos y para muchas están
fuera del alcance.
La
buena noticia es que hay ingredientes naturales asequibles para
todas, los cuales pueden servir para preparar tratamientos antiedad caseros. Es el caso de una fruta tan común como
la manzana, rica en antioxidantes y otros compuestos que pueden beneficiar la
piel.
Beneficios de la manzana para la piel
Existen diferentes variedades
de manzana en todo el mundo y la mayoría coinciden en cuanto a su cantidad de
nutrientes.
Esta
fruta que tanto se recomienda para la dieta es una aliada de la piel
gracias a su alto contenido de vitamina C y beta-caroteno, compuestos
antioxidantes que ayudan
a inhibir la acción de los radicales libres, moléculas que
interrumpen el funcionamiento celular.
A
nivel interno, la manzana aporta fibra, compuesto necesario para tener una
buena digestión y facilitar el movimiento intestinal; además, la pectina, un
hidrato de carbono, mejora el funcionamiento de los
intestinos para estimular la eliminación de toxinas,
responsables de diferentes problemas cutáneos.
Sus
principales beneficios para la piel están atribuidos a su aporte de ácido
málico y ácido tartárico, dos ingredientes activos que favorecen la eliminación de
piel muerta acumulada principalmente
en el rostro.
El
ácido málico está presente en cantidades considerables en aquellas manzanas que son ácidas, aunque
también está en menor cantidad en vinos, sidras y otras frutas.
Por
otro lado, podemos encontrar el ácido
tartárico en las manzanas y en determinados vinos.
Mascarilla antienvejecimiento de manzana
Por sus compuestos y sustancias activas, la manzana se ha
convertido en una fruta ideal para la elaboración de mascarillas para reparar y
nutrir los rostros maltratados.
La elaboración de este
tratamiento antiedad es muy sencillo y en él se busca aprovechar al máximo las propiedades
antioxidantes, hidratantes, diuréticas y la vitamina E de
esta fruta, perfecta para reducir los signos del envejecimiento.
Ingredientes
·
1 manzana verde picada
·
1 cucharada de miel de abeja (25 g)
·
2 cucharadas de leche (30 ml)
¿Cómo prepararla?
Introduce la manzana y la leche en la licuadora y procésalas
hasta obtener una mezcla homogénea.
Cuando se haya
convertido en una pasta sin grumos, agrégale la miel de abeja y revuelve bien para que quede bien
integrada.
Modo de aplicación
·
Antes de poner la mascarilla sobre el rostro, cuello y escote,
es muy importante utilizar un removedor de maquillaje o limpiador para dejar la piel libre de todo cosmético o suciedad que haya podido absorber durante el
día.
·
Cuando el cutis ya esté limpio y fresco, toma una buena cantidad
de la pasta de manzana y aplícala en una capa uniforme desde el escote
hasta la parte superior de la cara.
·
Ten cuidado al llegar al contorno de los ojos, ya que no debe hacer contacto con ellos
porque puede causar irritación. Para evitarlo, colócate sobre los párpados
rodajas de pepino o de patata.
·
Deja que la mascarilla actúe durante 20 minutos y, por último,
aclárala con agua templada o fría.
Cabe recordar que lo
ideal es hacerla por la noche, antes de ir a dormir, para que
su aporte nutricional siga haciendo efecto durante las horas de descanso.
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