¿CÓMO SABER SI CUIDAMOS
CORRECTAMENTE DE NUESTRO HÍGADO? en ocasiones cometemos sin saberlo pequeños
errores, o llevamos hábitos de vida que no son adecuados para la salud de
nuestro cuerpo. El hígado es uno de los órganos más importantes y delicados:
filtra toxinas, produce la bilis, transforma carbohidratos, proteínas,
minerales y vitaminas… ¿Qué tal si aprendemos a cuidarlo un poco mejor?
¿QUÉ ASPECTOS PUEDEN DAÑAR A
NUESTRO HÍGADO?
Nunca está de más estar
informados en estos temas. El hígado es un órgano imprescindible en nuestro
organismo, las funciones que cumple son esenciales para nuestra salud, de ahí
que en ocasiones, un pequeño fallo nos pueda producir consecuencias que notaremos
de inmediato. ¿Quién no ha sufrido por ejemplo una pequeña inflamación?
Además, en caso de ya
padecer alguna enfermedad hepática, es básico que conozcamos qué tipo de
alimentación nos permitirá poder repararlo, liberarlo quizá de esa acumulación
de toxinas o grasas que casi siempre lo enferman. ¿Qué tal si echamos un
pequeño vistazo a esos hábitos que dañan nuestro hígado? Vamos allá.
1. COLESTEROL ELEVADO
Colesterol
El colesterol es un tipo de
grasa que el hígado sintetiza, y que nuestro organismo suele utilizar como
energía para muchas de nuestras células. Se trata pues de un elemento en
principio básico para muchos componentes de nuestro cuerpo. Pero debe haber un
equilibrio. Porque el colesterol que no se utiliza, debe eliminarse, y es el
hígado quien recibe estos excesos. De este modo, y debido a ese incremento
fuera de lo esperable y útil en el hígado, acabaremos generando determinadas
enfermedades hepáticas, como es por ejemplo el conocido hígado graso, una de
las enfermedades más comunes entre la población según la OMS (Organización
mundial de la salud)
Evita pues las carnes rojas,
los alimentos con excesivas grasas, azúcares, la yema de huevo, los alimentos
muy sazonados… sutitúyelos por verduras, fibra, vegetales, granos integrales…
2. DORMIRSE Y DESPERTARSE
TARDE
Lo que los gatos nos pueden
enseñar en cuanto a dormir
¿Sorprendido/a? Seguro que
sí. De pequeños nuestros padres siempre nos decían que debíamos acostarnos
pronto, una costumbre que a medida que vamos creciendo vamos dejándola de lado
bien por gusto, o bien por obligaciones. La realidad es que nuestro cuerpo está
diseñado para que en ciertas horas de la noche, se lleven a cabo determinados
procesos de desintoxicación. Nuestro sistema linfático, por ejemplo, efectúa su
desintoxicación en primer lugar. Sobre las doce y las dos de la madrugada, el
hígado efectúa la suya. Son procesos que se llevan a cabo de modo adecuado solo
cuando estamos profundamente dormidos. Si rompemos estos ciclos naturales de
nuestro organismo de modo habitual, lo acabaremos sintiendo. Intenta en la
medida que puedas seguir un horario y, ante todo conseguir un descanso
reparador.
3. NO ORINAR POR LA MAÑANA
Infeccion-de-Orina
Seguro que esto también te
sorprende. Pero hay personas que se levantan con mucha prisa y salen de casa
con la idea de desayunar o tomar un café en el trabajo, y entonces allí, buscar
un baño para evacuar con tranquilidad. Es una costumbre peligrosa. Aguantar las
ganas de orinar no solo puede dañar nuestro hígado, también nuestros riñones.
¡No lo hagas nunca!
4. NO DESAYUNAR
desayuno
Cuando nos levantamos,
nuestras reservas energéticas de glucosa están muy bajas. Es un estado que
afecta a nuestro hígado, que le impide obtener energía para cumplir sus
funciones esenciales. Son también muchas las personas que, o bien ayunan para
bajar de peso (gran error), o bien porque tienen prisa, descuidan el importante
momento del desayuno. No lo pases por alto,
no olvides esta parte indispensable de tu nutrición, tu organismo, tu
hígado y tu cerebro, necesitan este aporte de energía esencial para empezar el
día.
5. MALA ALIMENTACIÓN
Que son las grasas saturadas
y en que alimentos se encuentran
A veces es por falta de
tiempo. Por nuestro trabajo u obligaciones. Nos es más fácil recurrir a la
comida rápida o industrial porque nos satisface y porque nos ahorra tiempo.
Pero a largo plazo, nuestra salud se va resintiendo, hasta que un buen día, surge
lo inevitable. La enfermedad. El hígado es muy sensible a la mala alimentación,
la combinación de sodio, calorías, azúcares, sal… va desembocando en en un
aumento de la presión arterial, del colesterol, de la incidencia del llamado
hígado graso. Las disfunciones hepáticas son la mayoría de las veces
consecuencia de una nutrición inadecuada y alta en grasas, alta en elementos
nocivos que lo enferman y que nos pasan factura. Tenlo en cuenta.
6. LAS BEBIDAS ALCOHÓLICAS
Alcohol
Lo sabemos. No hay elemento
más nocivo para nuestro hígado que el alcohol. Le cuesta procesarlo, es dañino
para él y le impide cumplir sus funciones básicas, rompiendo así su equilibrio
químico, destruyendo sus células
hepáticas, y generando así, desde hígado graso, hepatitis o cirrosis…Beber un
vasito de vino al día es recomendable y sano, pero por el bien de nuestra salud
no vale la pena excedernos con el siempre peligroso alcohol.
Aplica pues estas sencillas
orientaciones para mejorar tu estilo de vida. No te cuesta nada, y tu salud lo
va a agradecer. ¡Cuida tu hígado, cuida de tu vida!
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