Es posible que ya hayas oído hablar
del cáncer óseo primario. Habitualmente, cuando hablamos de cáncer
es frecuente que llegue un momento en que la enfermedad afecte a los huesos. Es
lo que se conoce como cáncer de huesos secundario o
metastásico. Cuando un tumor se expande, es frecuente que llegue a alguna parte
de la estructura ósea.
Ahora bien, según estadísticas
médicas, en los últimos años está aumentando el diagnóstico del llamado “cáncer
óseo primario”, es decir, un tumor que se origina directamente en el
mismo hueso.
Debes saber que el índice de
supervivencia puede llegar ser bastante bueno, siempre y cuando, la
enfermedad se diagnostique en las primeras fases; de ahí la importancia de la
prevención y la información. Dentro de la gravedad, un aspecto positivo del
cáncer óseo primario, es que nos da pistas de su presencia a través de un dolor
muy característico.
Hablemos hoy de
este tema que, sin lugar a dudas, nos interesa a todos.
¿Qué es el cáncer
óseo primario?
El cáncer óseo primario no es muy
común, ni tan conocido como otros tipos de cáncer como puede ser el de mama o
el de colon Ahora bien, su incidencia, aunque
baja, está ahí y, dado que es frecuente confundir sus síntomas con otras
enfermedades, es importante ahondar en su información.
Afecta a nuestro esqueleto, y las
zonas más afectadas suelen ser siempre las partes óseas cercanas a la rodilla,
el fémur y la tibia. No se relaciona con el cáncer
secundario, es decir, no es consecuencia de una metástasis por otro tipo de
tumor primario. Debes saber también que hay tres tipos de cáncer óseo primario:
·
Osteosarcoma: Es la forma más habitual y lamentablemente se da en adolescentes que
están en pleno proceso de crecimiento, ya que aparece en ese tejido nuevo del hueso
que está desarrollándose.
·
Condrosarcoma: Se manifiesta ya en personas adultas de entre 40 y 60 años,
originándose siempre en el cartílago
·
Sarcoma de Ewing: Es característico también en los niños más pequeños, puesto que
su tejido nervioso es aún inmaduro y puede derivar en la aparición de
pequeños sarcomas a lo largo de la médula ósea. Cabe decir además, que suele
tener un componente hereditario, de ahí que pueda prevenirse y obtener un buen
resultado a base de tratamientos como la radioterapia.
Síntomas del cáncer
óseo primario
En nuestro artículo vamos a
centrarnos pues en ese tipo cáncer óseo primario que nos puede afectar a los
adultos, es decir, el condrosarcoma. Como te hemos
señalado anteriormente, sus síntomas, pueden confundirse muy a menudo con otro
tipo de problemas (artrosis inflamaciones, osteoporosis…), de ahí la
importancia de delimitar un poco las características básicas de su
sintomatología.
Dolor muy
focalizado
·
Hay días en que las rodillas nos
duelen más de lo habitual. Lo relacionamos con simple cansancio, con ese
desgaste que día a día nos está molestando más y que intentamos aliviar con los
antiinflamatorios. Ahora bien, el tipo de dolor asociado a un cáncer óseo
primario, es más punzante.
·
Como ya te hemos señalado antes,
debes prestar atención a esas zonas de la articulación de la rodilla, la tibia
y el fémur, puesto que casi el 70% de las veces, el condrosarcoma suele
focalizarse en estas zonas.
Hipersensibilidad
·
Al dolor centrado en esa parte de
nuestro cuerpo, se une la característica de no poder soportar el roce de la ropa o incluso tocar con la
mano esa zona. El dolor es muy intenso, como una placa ardiente, y difícilmente
puede encontrar alivio con la medicación.
Inflamación muy
llamativa
·
Cuando aparece un tumor en el hueso,
a medida que crece, va invadiendo esos tejidos que rodean al propio hueso o la
articulación. Se produce un engrosamiento muy característico que
ya nos va a poner en alerta. No es una simple inflamación, es decir, cuando lo
toques lo notarás mucho más denso que la clásica hinchazón por la artritis.
Fiebre
·
La inflamación, la acumulación de
este tejido producido por el tumores suele cursar casi siempre con
fiebre. Como puedes ver, la sintomatología es muy evidente, de ahí que
debamos verlo como algo positivo que nos debe obligar a acudir al médico cuanto
antes, para atacar la enfermedad en sus primeras fases.
·
Recuerda no auto medicarte. Es importante no enmascarar los síntomas con los fármacos y ser
consciente de lo que está ocurriendo.
Posibles fracturas
·
Las fracturas aparecen ya en fases
más avanzadas, cuando el tumor ha debilitado el
hueso y ha provocado la aparición de posibles fisuras o roturas más
serias. Antes de llegar a este momento, nuestro cuerpo ya habrá mostrado varios
síntomas, como dolor agudo, cansancio, inflamaciones y fiebre.
·
Es pues muy importante que estemos atentas
a todos estos indicadores. Si bien el cáncer óseo primario no es muy
frecuente, el mayor riesgo está en que lo confundamos con otros problemas y no
acudamos al médico cuando percibimos sus síntomas. Atiende a tus dolores de
rodilla y busca siempre un buen diagnóstico médico que
descarte problemas más serios.
Recordarte solo que
esta enfermedad, atendida en sus primeras fases, obtiene siempre muy buen pronóstico.
¡Cuídate!
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