sábado, 25 de abril de 2015

7 ALIMENTOS CANCERÍGENOS QUE DEBERÍAS DEJAR DE COMER AHORA MISMO





La alimentación desempeña un papel muy importante en la salud de toda persona. Existen alimentos saludables que le aportan importantes beneficios a la salud y que actúan como protectores del cuerpo ante diferentes enfermedades. Sin embargo, también existen muchos alimentos poco saludables, los cuales pueden proporcionar al organismo sustancias peligrosas que pueden causar enfermedades tan graves como el cáncer.

Los alimentos cancerígenos están presentes en muchas dietas y muchas personas aún desconocen el daño que le están haciendo a su salud al consumirlos. En esta ocasión te revelamos 7 alimentos altamente cancerígenos, los cuales deberías dejar de incluir en tu dieta.
Palomitas de microondas
Las palomitas de microondas contienen unas sustancias peligrosas en el interior de sus bolsas, las cuales crean ácido perfluorooctanoico durante el proceso de cocción en el microondas.
¿La solución?
Si eres amante de las palomitas y te encanta consumirlas mientras disfrutas una película, opta por prepararlas caseras, con maíz orgánico y aceite vegetal. Esta es una opción saludable, económica y muy fácil.
Carne seca
La carne seca se ha promocionado en los últimos años como una merienda llena de proteína saludable, la cual engañosamente convence a muchos usuarios. Sin embargo, varios estudios han confirmado que este tipo de carne contiene nitritos, que se ha demostrado que pueden contribuir al cáncer. Los nitritos son los responsables de que esta carne luzca fresca todo el tiempo para poder comercializarla por varios meses.
¿La solución?
Evitar el consumo de carne seca y procurar solo consumir carne de reses alimentadas con pasto.
Alimentos envasados
Varios estudios han encontrado que los alimentos enlatados podrían ser cancerígenos debido a un componente llamado Bisfenol-A (BPA) que está presente en las latas. No existe una opinión unánime a la hora de confirmar si hay suficientes BPA en los alimentos enlatados, o si están o no transferidos a los alimentos que contienen las latas.
¿La solución?
Reducir el consumo de alimentos enlatados y buscar en el mercado aquellos que establecen específicamente que son libres de BPA.

Alimentos transgénicos
Los alimentos transgénicos están alterados genéticamente y durante su proceso de cultivo son sometidos a herbicidas y pesticidas que pueden afectar la calidad del producto sin que el consumidor se dé cuenta. Estos componentes químicos con los que someten a los alimentos están relacionados con el cáncer y otras enfermedades.
¿La solución?
Apoyar a los agricultores locales y optar por comprar alimentos orgánicos.
Bebidas gaseosas
Las bebidas gaseosas parecen ser muy refrescantes en esos momentos de sed y calor en los que necesitamos beber algo. Sin embargo, son poco saludables, ya que además de tener cerca de 8 sobres de azúcar por porción, también contienen una serie de compuestos químicos relacionados con el cáncer. Se ha relacionado el agente 4-MI (4-metilimidazol), que es el que le da el color marrón característico a las bebidas de cola, con el cáncer en miles de casos individuales. Además, contiene jarabe de maíz de alta fructosa que podría ayudar a alimentar a las células cancerosas.



¿La solución?
Evita el consumo de bebidas gaseosas y opta por consumir jugos naturales y agua.
Alimentos “light” o de dieta
Muchas personas creen que consumiendo alimentos “light” van a tener una dieta más equilibrada y saludable. La triste realidad es que estos alimentos tan solo son más bajos en azúcares y grasas, por lo que no contribuyen a perder peso. Además, contienen algunas sustancias que podrían estar relacionadas con el mayor riesgo de cáncer, como es el caso de los edulcorantes artificiales.
¿La solución?
Llevar una dieta saludable rica en frutas, verduras y cereales.
Snacks
Parece muy fácil comer un snack en esos momentos de hambre donde necesitamos algo para seguir el día. Sin embargo, los snacks fritos que se encuentran fácilmente en el mercado y las tiendas contienen un componente cancerígeno que resulta después de someter el alimento a altas temperaturas. Este componente, conocido como glicidamida, surge de la metabolización de la acrilamida, una sustancia producida cuando se fríen estos alimentos a altas temperaturas.
¿La solución?

Pasar los momentos de hambre con una fruta, un batido natural, yogur, frutos secos, infusiones y muchos otros alimentos saludables que proporcionan sensación de saciedad.

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