El sangrado de la nariz, también
conocido como hemorragia nasal o médicamente como epistaxis, es un síntoma
muy común que puede aparecer hasta en los momentos más inoportunos. Se
trata de un sangrado que puede resultar muy alarmante, especialmente porque una
pequeña cantidad de sangre puede parecer un litro, cuando sale por la nariz
y alcanza a empapar la ropa. Aunque este síntoma suele alarmar a casi todas las
personas, lo cierto es que pocas veces es un síntoma de que algo grave esté
ocurriendo, ya que casi siempre se produce por lesiones, alergias nasales u
otras molestias que afectan los vasos sanguíneos ubicados en el revestimiento
de la nariz.
¿Cuáles son las causas comunes del
sangrado de la nariz?
La hemorragia nasal es un síntoma espontáneo que puede aparecer
cuando la membrana mucosa de la nariz se reseca y se endurece, provocando un
agrietamiento que es el que ocasiona el sangrado.
Este mismo síntoma también suele ser muy común en personas que toman anticoagulantes
y en ancianos, cuya sangre tarda más tiempo en coagularse.
Otras causas comunes del sangrado de la nariz incluyen:
·
Sinusitis
·
Sonarse muy fuerte la nariz
·
Golpes en la nariz
·
Bajos niveles de humedad climática
·
Alergias nasales
·
Lugares de mucha altitud
·
Uso de drogas
·
Deficiencia de calcio
·
Hipertensión
¿Cómo detener el sangrado de la nariz?
Una de las primeras cosas que se deben hacer ante un sangrado de la nariz es sentarse
derecho e inclinarse hacia el frente. La posición derecha disminuye la
presión en las venas, mientras que al inclinarse hacia el frente evitará que la
sangre se vaya por la garganta. Teniendo en cuenta este consejo, también
puedes seguir otras recomendaciones:
·
Agua
salina: Haz una solución salina mezclando una
pizca de sal en un vaso con agua, que posteriormente te insuflarás dentro
de la nariz con la ayuda de una jeringa.
·
Limón: Coloca una o dos gotas de limón cuando la nariz sangre. Esta gota debe
caer bien sobre la fosa afectada.
·
Vinagre: Otra buena solución consiste en sumergir un trozo de gasa esterilizada
en vinagre, la cual se debe dejar 10 minutos dentro de la nariz.
·
Paño frío: Colócate un paño frío en el puente de la nariz. Este remedio
ayudará a contraer las venas y detener el flujo sanguíneo.
·
Hielo: La aplicación de
hielo también puede ser eficaz para parar el sangrado de la nariz.
Simplemente aplícate hielo en el puente de la nariz durante un par de
minutos.
·
Toalla
húmeda: Ponerse una toalla húmeda en la
cabeza podría ayudar a frenar la hemorragia rápidamente.
·
Sonar la
nariz: Por último, suena tu nariz suavemente para expulsar
cualquier coágulo de sangre que pueda quedar obstaculizando el flujo normal.
Recomendaciones para evitar el sangrado de la
nariz
Obviamente no hay nada mejor que la prevención para evitar ese
vergonzoso y molesto momento del sangrado de la nariz. Hay algunas
recomendaciones que pueden ayudar a evitar este problema:
·
Si sufres o has sufrido de hemorragias nasales, bebe ocho vasos
de 200 ml de agua al día. Esto ayudará a mantener las fosas nasales
húmedas y libres del sangrado.
·
Evita el uso excesivo de aire acondicionado. Este tipo de aire
seca el aire natural, lo que te vuelve más propenso a las hemorragias
nasales.
·
Frota el interior de la nariz con un poco de vaselina o rocíalo con solución salina. Esto ayudará a
mantener la humedad de la fosa nasal, especialmente en casos de sinusitis o un
resfriado.
·
Evita sonarte la nariz en forma brusca.
·
Aplícate un poco de vitamina E en las fosas
nasales para mantener su humedad. Simplemente debes empapar un algodón con este
aceite y ponerlo en las fosas nasales.
·
Incrementa el consumo de vitamina C, la cual es
clave para fortalecer las paredes capilares y también es un componente vital de
colágeno, una sustancia que le da a tu nariz un revestimiento húmedo, de
protección.
¿Cuándo buscar atención médica?
Los sangrados por la nariz pocas veces son un síntoma de alerta de que
algo anda mal. Sin embargo, cuando se presentan de manera frecuente y sin razón
alguna, es muy importante consultar al médico para descartar un problema de
salud mayor como, por ejemplo, leucemia o algún
desorden de la sangre.
También se recomienda ir inmediatamente al médico si el sangrado
dura 20 o más minutos, si la pérdida de sangre es mucha, o si se debe a una
lesión causada por un golpe o un accidente.
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